domingo, 18 de octubre de 2009

MOMENTOS DE ESCUELA

El tiempo de la escuela ha de ser un tiempo gozoso porque el hecho de aprender es un hecho gozoso. No siempre lo conseguimos, pero cuando ocurre es pura magia.

Son momentos en que la vida de verdad se hace presente. En lo que llevamos de curso recuerdo algunos muy especiales, la visita de Pedro, padre de Laura, que los mantuvo entusiasmados y atentos durante hora y media, (espero que más padres, madres, abuelos... se animen a venir y que disfruten de ese  contacto que hace que una hora se vaya en un minuto);  la tertulia literaria dialógica donde compartimos significados, vivencias, sentimientos; los ratos de conversación mostrando lo que piensan o lo que les interesa; los momentos tranquilos de trabajo compartido sabiendo que el que está al lado puede echarte una mano lo mismo que tú a él o ella;  la asamblea de aula que va tomando forma para organizarnos, para sentirse protagonistas y autónomos.  Es impagable ver la ilusión  en sus ojos,  la complicidad que denota su inteligencia y capacidad de empatía y todo lo que te dan sin darse cuenta.

Quiero resaltar estos momentos para no olvidarme de  que aprender tiene que ser necesariamente ilusionante y  para ir a trabajar cada día sabiendo que la magia es posible  porque así  es  cuando los seres humanos entramos en contacto. Y esa es la auténtica maravilla, encontrarnos, reconocernos en los demás, en sus dificultades y en sus miedos, en sus inquietudes, en sus alegrías, viendo en los niños y niñas el niño que llevamos dentro para poder acercarnos a su forma de ver el mundo.